12 ago 2013

Divertimentos, el espectáculo



Divertimentos, el espectáculo, es una invitación al juego con el cuerpo, un ir y venir de los sentidos y del movimiento en el que el actor armado de todos los útiles que conoce nos estimula a conectarnos con el niño que somos y a rescatar las estrategias y herramientas diarias que usa este para aprender.

En Divertimentos se juega y explora con el cuerpo mientras se recorre el espacio. Se juega a las sugerencias, y de ello resulta una forma de confesión que a su vez es una especie de viaje  - sin principio ni fin – como un cuento que se repite a sí mismo en ramificaciones que terminan generando facetas diferentes del narrador y lo narrado.

El juego es danza de la mente haciéndose una con el cuerpo, reparándose ambos en la armonía y la unidad indefinibles, esas que se pierden en el laberinto de tópicos y lugares comunes que vamos adquiriendo con nuestro andar por la vida, cuando esta busca definirnos a base  de persistentes condicionamientos e imposibles.

Interiorizando el movimiento y vivenciando las trayectorias, se da rienda suelta a la imaginación, se desdoblan los actores, desfilan los sentimientos, se arma ese trozo de vida que se agita libre y espontáneo ante el espectador. Las nuevas estructuras de la danza soportan las historias, emociones y personajes que emergen de improviso y mutan siguiendo sus propios designios.

Y los actores se apropian de las claves caleidoscópicas mediante los raros instantes en los que el jugar permite la auto observación, y observar forma parte de la improvisación sin entorpecer la creatividad, buscando atravesar el ojo del espectador retado en su propio juego de interioridades, a hacerse sus propias confesiones.

Divertimentos es una muestra de cómo el estímulo de una canción deviene en inspirador juguete con el que jugar un apasionante juego: el juego con el cuerpo.

El juego no diferencia entre enseñanza y espectáculo, entre mostrar y aprender, para que el diálogo se expanda a todas las dimensiones de lo sensible y así,  partiendo de los caracteres persistentes de las canciones que modelan la danza, estas sean redimensionadas por los actores y los espectadores, cómplices en la existencia del hecho escénico que ellos mismos reestructuran.

Y el lenguaje de los géneros y estilos se entremezclan en el aquí y ahora aprovechando la prioridad del goce, del carácter festivo y el divertimento que no excluyen ilustración ni absurdo, ni los brotes esperpénticos o surrealistas, donde la mímica casa con lo abstracto, y lo cubista se pixela en el paisaje naturalista del cuerpo expresivo. Cada puesta en escena es un lagarto que muta sobre un cuadro de Van Gog.

Las estructuras literarias de los temas musicales sugieren, no imponen sus pautas, y los actores asumen sus guías para ir hacia historias que ellos mismos desconocen, aproximándose a resultados que se burlan de sus preferencias y búsqueda de perfección formal.

Divertimentos asume el ritmo vertiginoso de los animados y filmes infantiles, que caracterizan el espectáculo de los mas media de hoy, propios de una frenética sociedad cuyos rasgos no se dejan atrapar por los tradicionales ismos, y en la que la neurosis parece ser solo el telón que esconde su propia, paradójica,  y definitiva cura.

Divertimentos, el Taller

Divertimentos, además de espectáculo es un Taller para todas las edades y tiene como objetivo dirigir la atención hacia la importancia del movimiento del cuerpo como vehículo de expresión necesario al ser humano y como parte indispensable de la práctica educativa.